1. **Superación de adversidades y lucha contra prejuicios en la autobiografía de un rostro**
Descubre cómo una mujer desafiante vence el cáncer y la superficialidad de la sociedad en este conmovedor relato autobiográfico.
2. **Reflexiones sobre la obsesión por la belleza física**
Explora una profunda narrativa que examina los efectos distorsionadores de la cultura contemporánea en torno a la imagen corporal.
3. **Impacto emocional y universalidad del triunfo del espíritu en una autobiografía**
Sumérgete en un testimonio desgarrador de la autora y su travesía hacia la madurez, en un relato que resuena en la esencia humana.
4. **Desafío a los estándares de belleza: una mirada introspectiva en Autobiografía de un rostro**
Descubre cómo la autora desafía la tiranía de la imagen perfecta en esta autobiografía lírica y desafiante sobre la aceptación personal.
5. **Empoderamiento y redescubrimiento a través del relato autobiográfico**
Explora cómo la autora transforma la vergüenza en fortaleza, revelando la importancia de la autenticidad y la superación en su historia.
6. **Una odisea personal en busca de la verdadera belleza interior y el empoderamiento individual**
Sumérgete en una narración que trasciende la apariencia física para abrazar la esencia única y poderosa de cada individuo.
«Deslumbrante. Con solo una posibilidad entre veinte de sobrevivir, Grealy superó el cáncer, algo casi intrascendente comparado con el horror de tener que enfrentarse a un mundo que calcula el valor de una mujer por su aspecto. Este libro, profundo y exquisitamente escrito, nos recuerda que lo que nos hace “hermosos” no es siempre lo que otras personas ven».
Seventeen
«La habilidad de esta poeta para utilizar el pathos, al tiempo que transforma su angustia personal en verdades universales, le ha permitido crear un formidable testamento del triunfo del espíritu».
Detroit Free Press
«Esta desgarradora y lírica autobiografía es una sorprendente reflexión sobre los efectos distorsionadores de la obsesión de nuestra cultura por la belleza física».
Publishers Weekly
«Una autobiografía con una fuerza y franqueza inquietantes. El relato de Grealy sobre su penosa transición a la madurez es imperecedero e inspirador».
Ploughshares
«Es un libro sobre la imagen, sobre la tiranía de la imagen de un rostro hermoso, o incluso normal, aunque atractivo. Al final, más que derrocar esa tiranía, no se le da importancia».
New York Times Book Review
«Escrito en un tono cautivador y profundo, Autobiografía de un rostro parece devolver a los lectores el reflejo de algo importante para sus vidas».
Baltimore Sun
«Ingenio, inteligencia y ánimo inquebran-table... resplandecen en todo este extraordinario libro».
Mademoiselle
«A pesar de que la experiencia de Grealy fue insólita, es absolutamente conmovedora, ya que no existe nadie que no haya sentido la vergüenza e inseguridad que produce la imperfección física».
Elle
«Como se espera en los cuentos de hadas, y para compensar su casi insoportable destino, los dioses también concedieron a esta joven los dones extraordinarios de la percepción y el lenguaje: resulta imposible leer Autobiografía de un rostro sin concienciarte para siempre».
Mirabella
Poeta y ensayista nacida en Dublín, Lucy Grealy (1963-2002) se mudó con su familia a las afueras de Nueva York antes de cumplir los cinco años. A los nueve le fue diagnosticado un sarcoma de Ewing que obligó a extirparle parte de mandíbula y marcó su vida para siempre. Grealy se licenció en el Sarah Lawrence College, donde descubrió su amor por la poesía, y cursó el prestigioso Programa de Escritura Creativa de la Universidad de Iowa. A lo largo de su vida trabajó como profesora de escritura creativa y publicó el poemario Everyday alibis y el libro de ensayos As seen on TV: a provocation, ambos inéditos en español. Recibió varios premios por su labor poética, entre otros el premio de la Academia de Poetas Americanos que le concedieron en dos ocasiones. En 1991 obtuvo una beca del Radcliffe College para completar su libro de memorias Autobiografía de un rostro. El libro fue publicado en 1994 y galardonado con el premio Whiting. Tras someterse a nuevas intervenciones quirúrgicas que reavivaron su lucha contra el dolor, Lucy Grealy murió el 18 de diciembre de 2002 a consecuencia de una sobredosis de heroína. Tenía 39 años.