Joan Vich era un aficionado a la música que empezó trabajando como camarero en una de las primeras ediciones del Festival Internacional de Benicássim y que acabó siendo su codirector el año anterior a la pandemia. Por su escalada en el escalafón de este legendario festival, el autor ha conocido a todo tipo de personajes, desde aficionados estrambóticos a los artistas más renombrados. Cada capítulo cuenta una historia distinta, que juntas dibujan la historia de un festival que marcó las biografías de muchos amantes de la música y que consolidó un modelo de ocio en España: los veranos de festivales. precariedad laboral, la conciliación o el abuso sexual a las mujeres, y a repensar qué consideración social se les otorga a quienes se ocupan de los cuidados de nuestros seres queridos.cosas es una arqueología de locontemporáneo, ya que las ciencias humanas son caracterizadasaquí fundamentalmente como prácticas e instituciones,y el conocimiento, como el resultado de un sistema de reglasque son propias de cada época y no del progreso de la razón.de una síntesis teórica radical. Radical, no en el sentido extremis
(Palma de Mallorca, 1972) trabajó en el FIB desde el año de su fundación en 1995 hasta 2019, última edición celebrada hasta la fecha. Entre medias, ha sido músico (en The Frankenbooties, Patrullero Mancuso, Jonston, Single), periodista musical (en Diario de Mallorca, TVE, IB3, Público, Rockdelux, aB, Vanidad, El Mundo, Diari de Balears), hostelero y manager de artistas como Hinds o The Parrots. En resumen, más de tres décadas viviendo del cuento y demostrando a sus atónitos padres que aquella obsesión infantil con los discos y la música podía tener más salidas que la carrera de Derecho.