Desde
1947 -fecha de publicación de sus dos primeros libros- el nombre
de José Hierro ocupa un lugar destacado entre los máximos
creadores de poesía, surgidos en nuestro país después
de la guerra civil. Se le apreció ya en los años de auge
de la llamada , viendo -entonces, acaso-
lo que su poesía, o parte de ella podía representar como
testimonio de un tiempo histórico. Hoy, especialmente los jóvenes
poetas y críticos, ven otras cosas; por ello, algunos le han llamado
:
puente, entre la primera promoción de posguerra y la que le sigue;
o puente, también, entre los poetas del 27 y la poesía actual,
y en su Libro de las alucinaciones hay quienes vislumbran una anticipación
de la linea que habría de imponerse algunos años más
tarde.