El adjetivo gótico nos remite a un paisaje nocturno, plagado de árboles retorcidos, nubes pálidas, sonidos inquietantes y vislumbres de cementerio. Un imaginario que en buena medida se forjó entre los poetas románticos ingleses y sus sucesores. Lejos de ser un género cultivado por poetas de segundo rango, nuestra selección recurre a nombres que están en la cima de su arte: se abre con dos inquietantes poemas de Shakespeare, para recorrer después las grandes aportaciones de los románticos, encontrarnos con el maestro indiscutido del género: Edgar Allan Poe; las hermanas Brontë, los espectros del recuerdo de Hardy y la feérica Irlanda de Wilde y Yeats antes de despedirnos entre la penumbra onírica de Charlotte Mew.
Juan Carlos Eguillor, Antonio de Trueba, Miguel de Unamuno, Juan Arzadun, Emiliano de Arriaga, Juan Antonio de Zunzunegui, Perico Smith, Vicente Blasco Ibañez, Luis de Castresana, José Fernández Urbina, Esther Zorrozua, Fernando Palazuelos, Alex Oviedo, Seve Calleja...