En la soleada terraza de un restaurante de moda, rodeado por políticos y artistas, el narrador recibe una noticia escalofriante: un hombre al que hace treinta años vio morir podría estar aún vivo. Acuciado por esa sospecha, el protagonista rememora la aventura más extraña de su vida. Aquellas turbias semanas de los años setenta durante las cuales, guiado por un misterioso y pícaro «maestro», recorrió las noches barriobajeras de Santiago de Chile buscando un chiste genial. Una broma legendaria y perdida que, de ser hallada, no sólo los haría ricos al filmar una superproducción mortalmente cómica, sino que les permitiría cambiar de arriba abajo el siniestro «humor» de su época. Almuerzo de vampiros es una parabola acerca de 1o, cambios, a veces ridículos y hasta brutales tic 1,1 madurez. impune sobre los ideales de la juventud. Y también es una sátira sobre la obsesión contemporánea por la inmortalidad: esos hombres s, rabiosamente bellos y prósperos que quisieran vivir como si no pudieran morir. Como si fueran vampiros. Carlos Franz nos ofrece una novela de riquísimos paralelismos literarios y cinematográficos, de sugerentes alusiones a la cultura universal y popular, cruzada a la vez por un humor tan negro como descarnado que parodia, deliberadamente, el lenguaje grosero predominante en los medios de nuestra época.
Carlos Franz nació en 1959. Ha publicado las novelas Santiago Cero (1988, Premio Latinoamericano de Novela CICLA), El lugar donde estuvo el Paraíso (1996, Punto de Lectura Chile 2007; finalista del Premio Internacional de novela Planeta Argentina, llevada al cine en 2001 por el director español Gerardo Herrero), El desierto (2005, Alfaguara Chile 2016; Premio Internacional de Novela del diario La Nación de Buenos Aires), Almuerzo de vampiros (Alfaguara 2008, Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile a la mejor novela editada ese año) y Si te vieras con mis ojos (Alfaguara, 2016; premio al mejor libro de 2015 por el Círculo de Críticos de Arte de Chile). También ha publicado el volumen de cuentos La prisionera (2005, Alfaguara 2008; Premio del Consejo Nacional del Libro de Chile), el relato «Alejandra Magna» (2011) y el libro de ensayos La muralla enterrada (2002; Premio Municipal de Ensayo de Santiago de Chile). Algunas de sus novelas han sido traducidas, hasta el momento, a diez lenguas. Ha sido profesor visitante en las universidades de Cambridge y Londres y agregado cultural de Chile en España. Es miembro de la Academia Chilena de la Lengua.