ANDERSON, JOAN
¿Cuántas veces has soñado con dejar atrás la vida urbana, la rutina y las responsabilidades para vivir un periodo de calma y meditación? Cuando su marido le anunció que tenía que trasladarse a otra ciudad por razones de trabajo, Joan Anderson supo instintivamente que acompañarlo en esa etapa de su vida no tendría sentido. La relación se había desgastado, sus hijos o habían crecido, el hogar familiar ya no tenía el mismo significado. Eligió, entonces, buscar refugio en una cabaña a orillas del mar. Quizá viviendo sola y midiendo el tiempo de su vida cotidiana con el ritmo de las mareas encontraría el tónico necesario para una transformación. Así comenzó una etapa singular en la que, gracias a la soledad y el contacto con la naturaleza, recobró la confianza en sí misma y el placer de vivir.