Sin viviendas disponibles no hay oportunidades. La vivienda se ha convertido en el principal freno para el progreso de millones de personas en España. Si no tienes capacidad de elegir dónde o cómo vivir, todo lo demás en tu presente y tu futuro queda condicionado. Las ambiciones personales se estrellan contra problemas que, aunque parecen individuales, comparten los mismos orígenes: una demanda creciente frente a una oferta estancada, un crédito cada vez más exigente, una sociedad que prioriza proteger la propiedad existente, una administración atrapada en la burocracia, políticas ineficaces o contraproducentes, y un sector privado sin incentivos suficientes y todavía lastrado por las secuelas de la burbuja inmobiliaria. El resultado es una interminable fila de acceso donde solo avanzan quienes ya disponen de capital o herencias. En este análisis riguroso y revelador, Jorge Galindo disecciona lo que nos ha llevado a donde estamos y las barreras que debemos afrontar si queremos darle la vuelta a una tendencia que erosiona y perjudica la salud de nuestras ciudades, de nuestra economía y de la sociedad en su conjunto. Mucho más interesado en la búsqueda de soluciones que de culpables, sus páginas proponen un horizonte: facilitar el acceso para quien lo necesita a millones de viviendas en la próxima década allá donde la gente quiere vivir.
Jorge Galindo (Valencia, 1985) es doctor en sociología por la Universidad de Ginebra. Dedicó sus primeros años de carrera a la mejora de las políticas públicas en el ámbito urbano y social en su tierra natal justo después de la explosión de la burbuja inmobiliaria. Después, durante su periplo en el extranjero forzado por la crisis, fue cofundador del blog Politikon. Junto al resto de editores coescribiría La urna rota (Debate, 2014) y El muro invisible (Debate, 2017). Tras finalizar su doctorado, que se centró en las brechas laborales y generacionales en los países del sur de Europa, se incorporó al Centro de Políticas Económicas de Esade, del que actualmente es director adjunto. Durante todo este tiempo ha colaborado en diversos medios, especialmente el diario El País.
