MORO, TOMÁS / MAQUIAVELO, NICOLÁS / VALLA, LORENZO / ROTTERDAM, ERASMO DE / POMPONAZZI, PIETRO / FICINO, MARSILIO / DELLA MIRANDOLA, PICO
Siete genios del Renacimiento para iluminar el siglo XXI.
En una época donde la centralidad del ser humano se encuentra en entredicho, este volumen recupera las voces fundamentales del Humanismo renacentista que situaron la dignidad humana en el centro de sus reflexiones. La cuidada selección de textos que presenta Rafael Herrera Guillén traza un recorrido por las preguntas esenciales que siguen interpelándonos cinco siglos después: ¿Qué significa ser humano? ¿Cuál es nuestro lugar en el mundo? ¿Cómo construir una sociedad justa? Desde el célebre "Discurso sobre la dignidad del hombre" de Pico della Mirandola hasta las reflexiones de Marsilio Ficino sobre el conocimiento, pasando por la crítica social de Erasmo, la utopía de Moro, el análisis del poder de Maquiavelo y la defensa de un lenguaje veraz de Valla, cada texto nos ofrece claves para enfrentar los desafíos del presente.
Frente al riesgo de un "antropocentrismo negativo" que reduce al ser humano a mera plaga o engranaje tecnológico, este libro nos invita a redescubrir el legado de un tiempo que supo colocar al ser humano en el centro, no desde la soberbia, sino desde la responsabilidad y la conciencia de su excepcional capacidad para elegir su propio destino.
Tomás Moro (Londres, 1478 - Londres, 1535) fue un pensador, teólogo, humanista, escritor y ejerció como lord canciller de Enrique VIII durante tres años. En mayo de 1532, dimitió de este puesto. Esperaba así apartarse del conflicto político y religioso para disfrutar el resto de sus días en su casa de Chelsea, con su esposa Alice, su familia y sus libros. Pero el 13 de abril de 1534 se negó a prestar el juramento de sucesión exigido por Enrique VIII y unos días después fue llevado a la Torre de Londres prisionero del régimen Tudor. Moro jamás volvería a su casa. Catorce meses más tarde, fue juzgado en Westminster Hall, declarado culpable y condenado a muerte. Cinco días después, el 6 de julio de 1535, fue decapitado.