CEREZO, MARÍA ÁNGELES
Introducción. La buena sombra de mi gran árbol. Toc, toc. ¿Hay alguien ahí? ¡Avalancha de información! Un respiro, por favor. Te miro, te busco. ¿Dónde estás? Aún no me explico bien: no me entiendo ni yo. Hay mucho ruido ahí, ¿puedes oírme? No me empujes ni tanto ni tan poco... ¡Lo justo! Recapitulando.
Si poniendo un poco de imaginación y magia resultara que los bebés hablaran entre ellos y nosotros pudiéramos asomarnos solo por el tiempo que dura la lectura del libro a ese «su mundo». ¿Qué pasaría? Al concluir la lectura sentiríamos que entendemos mejo