Romana presenta con la L.E.V., la Constitución Apostólica del Papa Francisco PRAEDICATE EVANGELIUM, sobre la Curia Romana y su servicio la Iglesia en el mundo, promulgada el 19 de marzo por el Papa Francisco. Con la entrada en vigor del susodicho documento el 5 de junio, Solemnidad de Pentecostés, queda totalmente abrogada y sustituida la Constitución Apostólica Pastor Bonus y se completa así la reforma de la Curia Romana. Texto íntegro y oficial en español.
En la reforma de la Curia Romana, Papa Francisco, con la ayuda del Consejo de Cardenales, ha seguido un método innovador y gradual, por partes, con fuerte raíz ignaciana. La Curia es una realidad de servicio, un instrumento que colabora y ayuda al Papa en el gobierno de toda la Iglesia. Escribe el Concilio que, en el ejercicio de su suprema, plena e inmediata potestad sobre toda la Iglesia, el romano Pontífice se vale de los dicasterios de la Curia Romana (Christus Dominus, 9). Se trata de un principio fundamental, según afirmó el Cardenal Semeraro en la presentación de la nueva Constitución.
En particular, la nueva Constitución consta de once capítulos, en los que, de una parte, se relacionan los principios de rigen la Curia Romana, y las normas generales que la regulan, y de otra, enumera y ordena los distintos órganos que integran la Curia: la Secretaria de Estado, los 16 Dicasterios, Organismos de la justicia, Organismos económicos, Oficinas, Abogados, e Instituciones relacionadas con la Curia Romana.
El pensamiento del Papa acerca de la identidad de la Curia Romana se ha manifestado en este tiempo de preparación a través de los encuentros anuales para las felicitaciones navideñas, ofreciendo indicaciones en la perspectiva de la reforma. Ya en 2013 parte de la consideración de la tres características que debe tener la Curia: profesionalidad, servicio y santidad de vida. En el discurso de 2014, señala los males curiales, las enfermedades y tentaciones de la Curia, parangonándola a un cuerpo humano, proponiendo en el discurso de 2015 doce remedios o antibióticos curiales para curar aquellas, el «catálogo de las virtudes necesarias». En el discurso de 2016 enumera y describe los criterios y principios que guían la reforma de la Curia, haciendo balance de las medidas adoptadas. En los discursos de 2017, 2018 y 2019 se ha referido, respectivamente, a la relación de la Curia con las naciones y con las Iglesias particulares, a las aflicciones de la Iglesia, a la evangelización, primera tarea de la Iglesia, que se sitúa en el núcleo de la reforma. En 2020, a la crisis de la pandemia y en 2021 a los tres requisitos que como espíritu de humildad ha de tener la Curia: participación, comunión y misión.
La presentación y el comentario de la obra corresponden al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causa de los Santos, que ha sido Secretario del Consejo de Cardenales durante los años de preparación y tramitación de la nueva Constitución Apostólica.
La nueva Constitución Apostólica Praedicate Evangelium para conocer las claves de la reforma de la Curia Romana.
Francisco, nombre elegido por el argentino Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, 17 de diciembre de 1936) para ocupar el Papado, se ordenó sacerdote en 1969 y entre 1973 y 1979 fue superior provincial de los jesuitas en Argentina. En 1992, Juan Pablo II le designó obispo de Oca y uno de los cuatro obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Buenos Aires, cuyo arzobispado encabezó desde 1998 hasta 2001, en que fue creado cardenal por el mismo pontífice. Posteriormente, entre 2005 y 2011, presidió la Conferencia Episcopal Argentina. Francisco es el primer Papa procedente del continente americano y el primer no europeo desde el siglo VIII. Escritor prolífico, es autor de numerosos libros, entre ellos Meditaciones para religiosos (1982), Ponerse la patria al hombro (2004), la encíclica Lumen fidei (La luz de la fe, 2013) y la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La alegría del evangelio, 2013).
