El olivar jienense llega al siglo XIX en plena expansión, y aparecen los primeros indicios de un monocultivo, que se ha consolidado en el XX y perdura en el XXI. En el primero se distinguen tres etapas: La primera en el primer tercio del siglo que servirá para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado internacional de aceite. Otra segunda expansiva de 1830 a 1880 y la tercera de crisis entre 1881 y 1896. A caballo entre el siglo XIX y XX comenzó el definitivo período de clara expansión del olivar en la provincia de Jaén que ha perdurado hasta la actualidad.
Luis Garrido González es catedrático de universidad especializado en historia del mercado de trabajo y de las relaciones laborales.