Quien se opone a Mujercitas, normalmente lee a Colette, la saga de Claudine. Hay quien lee todo y ninguno. Me gustan las dos.
Colette creó un personaje genial mediante el que se liberaba, o esa es la sensación que me da. Sin tapujos, Claudine es muy despierta, casi demasiado para su edad, temprana en sexualidad y sensualidad, es un personaje peculiar que madura con el tiempo y así devoras volumen tras volumen en esta preciosa edición con las portadas mostrando las fotografías de la propia Colette. Esperemos que lo reediten pronto.
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Quien se opone a Mujercitas, normalmente lee a Colette, la saga de Claudine. Hay quien lee todo y ninguno. Me gustan las dos.
Colette creó un personaje genial mediante el que se liberaba, o esa es la sensación que me da. Sin tapujos, Claudine es muy despierta, casi demasiado para su edad, temprana en sexualidad y sensualidad, es un personaje peculiar que madura con el tiempo y así devoras volumen tras volumen en esta preciosa edición con las portadas mostrando las fotografías de la propia Colette. Esperemos que lo reediten pronto.