Aunque a simple vista la vida de Enrique de la Rosa, un reconocido cirujano plástico, transcurre con normalidad, éste guarda un horrible secreto producto de una fuerte obsesión: el odio que siente hacia su madre porque le abandonó al nacer. Sus pacientes, incautos conejillos de Indias, sufren su venganza. Pero todo cambiará cuando aparezca en su vida una extraña mujer, tan traumatizada como él... o aún más, si cabe. Mi extraña dama revisa la figura de Pigmalión, mezclándola con Jekyll y Hyde, ambos mitos sabiamente actualizados, dotándolos de una inusitada credibilidad, aun tratándose de un relato y de unos personajes extremos, lo cual convierte esta novela en una pequeña joya dentro de la narrativa contemporánea. Didí Escobart ha sabido conjugar a la perfección el uso de juegos de palabras y sarcasmos con humor negro, dándole un toque ácido y mordaz a la narración, así como ritmo y fluidez. Un continuo guiño al mundo del cine, un insólito narrador y un sorprendente final hacen de esta obra una inigualable ópera prima.