Manuel Echegoyán (19051984), dirigente en el sindicato de artistas de la Unión de Sindicatos fue perseguido y censurado por su militancia hasta el punto de ser hoy en día un desconocido para muchos de nosotros, aunque una buena parte de las esculturas que te adornan nuestras calles, plazas y jardines sean obra suya. Artista polifacético, vanguardista, atrevido y rupturista, su estilo abarca desde un realismo extraordinariamente humano hasta la más pura abstracción, vislumbrándose en él 1o que podía haber sido España, tanto en el Arte como en la Economía, la Ciencia y la Cultura de no haberse atravesado en su historia aquella guerra civil. El Aula para la Recuperación de la Memoria Histórica, con Teresa Lafita y Pedro Giménez de Aragón, aborda su estudio en el amplio marco de la Historia del siglo xx y rescata del olvido lo que la censura intentó hacer desaparecer. La vida y obra de un hombre y un artista marcado por el ansia de justicia y de libertad, su lucha por la supervivencia como persona y como creador, imágenes inéditas de obras que el tiempo o la mano del hombre han destruido. Uno de los atractivos de este libro son los recuerdos autobiográficos del propio Manuel Echegoyán, que dejó escritos de su puño y letra y que los autores han reproducido en párrafos de un costumbrismo modesto y sensible que los lectores sin duda encontrarán muy ilustrativo y encantador. Un pedazo de nuestra historia más reciente encarnada en la vida de un hombre humilde que consiguió alcanzar las cimas del arte.