De los numerosos textos apócrifos protagonizados por el gran Sherlock Holmes, ninguno es equiparable en humor delirante a las novísimas aventuras de este detective escritas por Enrique Jardiel Poncela. En ellas, Holmes, al que todos creían muerto en las cataratas del Niágara, convence al propio Jardiel para sustituir al Doctor Watson como asesor. Y así, con su característico poder deductivo, emprende la resolución de una serie de misteriosos crímenes, entre ellos 'Los 38 asesinatos y medio del castillo de Hull', donde el autor hace gala de un ingenio hilarante, con personajes como el violinista rumano Chulesko y otros que tienen voz «de patinador noruego», tardes que caen «sin hacerse daño» y, en general, un alarde de humor absurdo que mantiene constantemente la sonrisa en los labios del lector. La genial prosa de Jardiel, es ilustrada en esta edición con dibujos de Joaquín Sama.
Enrique Jardiel Poncela fue uno de los escritores españoles más rupturistas de la primera mitad del siglo XX. Dramaturgo, novelista y guionista, conoció a Manuel Machado, quien le animó en su vocación, y a Ramón Gómez de la Serna que ejerció una gran influencia personal y literaria sobre él. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época, lo que le supuso no pocas críticas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura, y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado, además, numerosas películas basadas en ellas. De su producción teatral destacan Una noche de primavera sin sueño (1927), Angelina o el honor de un brigadier (1934), Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936), Eloísa está debajo de un almendro (1940) y Los ladrones somos gente honrada (1941). Entre sus novelas más destacadas figuran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y La «tournée» de Dios (1932).