NABOKOV, VLADIMIR (1899-1977)
La primera edición de Lolita apareció en París en 1955, publicada por Olympia Press, una editorial con acreditada fama de pornográfica. La novela fue prohibida en Francia y en Inglaterra, y hasta tres años más tarde no pudo publicarse en Estados Unidos. Aunque enseguida fue muy alabada por escritores como Lionel Trilling y Graham Greene, los adjetivos de «escandalosa», «inmoral», «decadente» y «ultrajante» acompañaron largo tiempo a Lolita, actualmente ya considerada como una obra maestra indiscutible de la literatura universal. La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto. Un itinerario a través de la locura y de la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. Lolita es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel. Aunque Nabokov negó siempre, con vehemencia, cualquier mensaje moral, cualquier propósito social: «Simplemente, me gusta componer acertijos con soluciones elegantes». Los auténticos «clásicos» tienen infinitas interpretaciones: así ocurre con Lolita, una de las novelas más cultas (y también más divertidas) de nuestra época. Contiene numerosísimos guiños y referencias culturales, casi siempre en clave paródica, que abarcan desde la leyenda de Tristán e Isolda a la poesía de T. S. Eliot, pasando por Poe, Gógol y Dostoievski, entre otros escritores: una exhibición deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confesó que le hubiera encantado filmar los picnics de Lewis Carroll.