Los cuentos de Chéjov presentan múltiples versiones de un escenario simple: cualquier cosa podría suceder. Un día, al azar, en cualquier lugar, la vida ordinaria de servidumbre ha sido traspasada por una aparición: la libertad está ahí, en la distancia, haciendo señas e indicando que otra vida es posible, una en la que sabemos por qué vivimos. La mayoría, sin embargo, rehúye la llamada. Prefieren que no ocurra nada. Pero Chéjov no se rinde. Persiste en acompañar a sus personajes a esos lugares donde sus vidas podrían dar un vuelco. De cuento en cuento, teje este tiempo impulsado por la implacable máquina de la reproducción, pero que, de pausa en pausa, se desgarra y se desdobla en el tiempo de una presunta libertad que se niega a terminar, pero que sigue siendo una posibilidad en suspenso. Podríamos llamar a esto una política de la literatura. De la mano de uno de los grandes pensadores europeos, un libro que abre nuevas y fascinantes lecturas de la obra del escritor ruso.
Argel, 1940. Es profesor emérito de la Universidad de París VIII Saint-Denis. Conocido internacionalmente por su libro El maestro ignorante y por sus estudios sobre los movimientos obreros del siglo XIX, el marxismo y el Mayo del 68, sus reflexiones claras y originales se han vuelto imprescindibles también en la relación entre arte y política. En este sentido, El espectador emancipado es la obra fundamental para entender las claves de esa relación a partir de un pensamiento comprometido con nuestra historia y nuestra actualidad.