BALDER, ARTUR (1974- )
«Hacer algo que jamás nadie se había atrevido siquiera a soñar. Por encima de la condición humana. Por encima de todo cansancio. Una victoria mundial. Una victoria histórica. Una herida en el pecho de Augusto, que no volviese a cerrarse jamás, y que sangrase hasta el día de su muerte. Él. Arminius. Que Roma no olvidase su nombre. Que la Historia recordase el precio de su ira. Preparado para su obra maestra: demoler los pilares del Imperio. Destrozar al enemigo odiado v conquistar una grandeza sin precio más allá del hombre. Como Alejandro, como Aníbal, como Vercingetórix... Él, la implacable determinación de un solo hombre... Alzó el puño, crispado».