CHEVROT, GEORGES / FABER, ARIANNE (Ilustración)
Existe cierto número de pequeñas virtudes que no causan ruidosa admiración; mas cuando están ausentes, las relaciones familiares se hacen tirantes y difíciles. Estas pequeñas virtudes son precisamente las que hacen soportable y agradable nuestra vida cotidiana. La vida familiar exige un gran número de pequeños deberes que a menudo suelen descuidarse, ya porque son numerosos, ya porque no parecen muy importantes. Chevrot ofrece en la presente obra una serie de charlas dedicadas a las pequeñas virtudes de los hogares: la cortesía, la humildad, la paciencia, la economía, la gratitud, la puntualidad, etc. Cada capítulo resume una experiencia. Sin trascendentalismos, con suprema sencillez, gracia, ternura y fervor apostólico, el autor expone las virtudes humildes que pueden conducirnos a una honrosa conducta de vida y una humana convivencia.
Georges Chevrot (París, 1879-1958) se ordenó sacerdote en 1903. Fue misionero de la diócesis de París, y luego párroco de Saint-François-Xavier de 1930 a 1958. Fue nombrado canónigo honorario en 1933 y prelado de Su Santidad en 1939. Durante la ocupación se alistó como resistente en el Frente Nacional por la independencia de Francia. Fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1947.