Se pintó la cara y las manos, las orejas y el cuello de un sólido azul mate, como el de un hombre que lleva nueve días ahogado.
Mark Twain, apodo del escritor Samuel Langhorne Clemens, fue un popular escritor y humorista estadounidense nacido en 1835. Tras el fallecimiento de su padre, Mark tenía solamente 11 años, tuvo que abandonar el colegio y trabajar para poder llevar dinero a casa. Comenzó de aprendiz en un periódico local y pronto pudo ser tipógrafo, permitiendole de esta manera comenza a publicar algunos articulos. Se inició en el mundo de la literatura en 1865 con una obra cómica, La célebre rana saltarina del condado de Calaveras, que se hizo muy popular, y con los libros de viajes que también lograron afamado éxito. Viajero e impresor empedernido tuvo oportunidad de conocer numerosos lugares y trabajar para periódicos de diferente índole. En uno de sus múltiples viajes se apasionó por el trabajo de piloto de los grandes barcos de vapor que surcaban el Misisipi. Se dedicó durante dos años a formarse como piloto fluvial aunque luego lo ejerció durante poco tiempo. Twain mostró a lo largo de su vida un gran interés por la ciencia, la investigación científica y las nuevas tecnologías. Escribió obras de gran éxito como El principe y el méndigo, Un yanqui en la corte del rey Arturo... Sin embargo, es conocido por la novela Las aventuras de Tom Sawyer y su continuación Las aventuras de Hickeleberry Finn. Murió en 1910.