ANDRIC, IVO
Rajka Radakovic llega una tarde lluviosa a su casa y cuelga el abrigo mojado en un galán en el centro de la sala para que se seque. Coge su labor y se ensimisma en sus sueños de riqueza. De repente toca el abrigo y, al no recordar que lo había dejado allí, cree que es un ladrón que quiere robarle su fortuna. El miedo y el horror le provocan un infarto y muere. Así empieza y termina esta novela de Ivo Andric, escrita en 19431944. La acción comienza en 1900 en Sarajevo, donde la heroína de la novela pasa una infancia feliz con su padre, un rico comerciante serbio que es su único centro de adoración. Cuando sus negocios quiebran, en el lecho de muerte, el padre hace prometer a la joven de 15 años que asumirá la responsabilidad de la casa en lugar de su madre, vivirá con una humildad implacable, renunciará a sus propios deseos y no tendrá consideraciones con los demás, que nunca dependerá de nadie ni se dejará arrastrar por sus pasiones. Toda la vida de Rajka se regirá por este juramento. su existencia estará determinada por la tacañería. En Belgrado, a donde se traslada después de la Primera Guerra Mundial, sufre una experiencia nefasta y acabará encerrada en una casa pequeña y destartalada, obsesionada por el ahorro y el dinero hasta que muere en 1935. La señorita es un estudio de carácter. Como si se tratara de una comedia clásica, el carácter y el comportamiento del personaje están predeterminados por una única obsesión dominante: la avaricia. La novela sigue un curso circular, empieza y acaba de la misma forma, aunque la trama es lineal. Ahonda en los detalles históricos, al mismo tiempo que trata la soledad humana con un estilo austero y sobrecogedor.
Ivo Andric (Travnik, Bosnia-Herzegovina, 1892-Belgrado, 1975). Estudió en Sarajevo, Zagreb, Viena y Cracovia. En 1914 fue arrestado a causa de su adhesión a una organización revolucionaria; a continuación, habría de pasar tres años en diferentes prisiones austro-húngaras. Al término de la Gran Guerra, y sin abandonar jamás su carrera de escritor, entró a formar parte del servicio diplomático de la naciente Yugoslavia, y residió en Bruselas, París, Madrid y finalmente Berlín, donde lo sorprendió la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1941 se instaló definitivamente en Belgrado. En 1961 recibió el premio Nobel de literatura.