1. Control del tiempo - Aspectos políticos
2. Organización del tiempo en la antigua Grecia
3. Valoración del ocio en la antigüedad
4. Impacto del capitalismo en el concepto del tiempo
5. Enfoque contemporáneo sobre el tiempo laboral
6. Política del empleo y su priorización
7. Incidencia de la incertidumbre en la salud mental
8. Recuperación del control del tiempo
9. Fomento del verdadero ocio y la colaboración comunal
10. Creación de una nueva política del tiempo colectiva
El tiempo siempre ha sido político. Los poderosos han definido y controlado nuestra manera de usarlo a lo largo de la historia, y continúan haciéndolo hoy en día. Pero es posible recuperar el control de nuestro tiempo y, en La política del tiempo, el pionero economista Guy Standing nos muestra cómo.
Los antiguos griegos organizaron el uso del tiempo en cinco categorías: el trabajo independiente, la actividad laboral, el recreo, el ocio y la contemplación. Para ellos, la laboral era una actividad onerosa, y valoraban mucho más el ocio, el cual, entendido como sjolé, abarcaba también la participación en la vida pública y la educación de la persona.
Desde la Revolución Industrial, sin embargo, el capitalismo ha invertido esta valoración. Actualmente se considera que nuestra actividad laboral es lo que da sentido a nuestra vida y que el resto de horas son simplemente tiempo «libre». Así, los políticos priorizan el empleo por encima de todos los demás aspectos que conforman una vida buena y, en el nuevo contexto de incertidumbre crónica, las enfermedades mentales son cada vez más frecuentes y a muchas personas (en particular, a las más vulnerables y a los miembros del precariado) se les roba cada vez más tiempo.
No obstante, Guy Standing nos muestra otro camino: podemos recobrar el control de nuestro tiempo. Para ello, debemos fortalecer el verdadero ocio y la colaboración (pro)comunal para crear una nueva política del tiempo que no solo nos libere, sino que, a su vez, contribuya a salvar el planeta. Y, lo que es más importante, debemos hacerlo juntos.
Es fundador y co-presidente de BIEN (Basic Income Earth Network) una ONG que trabaja para conseguir una legislación universal sobre salarios mínimos que garantice la subsistencia a todos los seres humanos. También es profesor de Estudios de Desarrollo en la SOAS (Escuela de estudios orientales y africanos) de la Universidad de Londres.