Birlibirloque no quería ser el apacible pueblecito que querían los mayores, sino alegre y divertido y para lograrlo, pone un día en acción a Emilio y Cristina, a José Miguel Aarón, que comienzan a liarlo todo al salir de la confitería de Felipe. ¿Qué ha pasado con aquella peseta que unos dicen que falta y otros creen que sobra? ¿Serán capaces de encontrarla los vecinos de Birlibirloque? ¿La habrá escondido Felipe el confitero? Mira que si fueras tú quien resuelve el caso antes de llegar al final del libro...