JON KRAKAUER
Rodean al montañismo tantas historias de valentía y adversidades que a su lado los demás deportes parecen juegos de niños. Los escaladores no suelen estar mal de la cabeza. Lo único que les pasa es que están infectados por una cepa de la condición humana especialmente virulenta. Al acabar el libro, el lector comprenderá mejor no solo por qué los escaladores escalan, sino por qué son tan propensos a obsesionarse con subir montañas.