Texto y montaje de la obra de Lillian Hellman estrenada en el teatro María Guerrero de Madrid, en versión de Ernesto Caballero. Con claras reminiscencias chejovianas, la obra es un gran mural de las clases adineradas del Sur en los primeros años del siglo veinte. La autora fustiga la ambición desmedida y la falta de escrúpulos de muchos voraces especuladores que tras la guerra civil estadounidense se lucraron, fundamentalmente, con la industria algodonera.
Lillian Hellman (1905-1984) fue una famosa dramaturga estadounidense, protagonista indiscutible de la vida intelectual del siglo XX y compañera sentimental del escritor de novela negra Dashiell Hammett, con quien mantuvo una relación de treinta y tres años. Como autora de obras de teatro, se dio a conocer con La calumnia, una historia que versa sobre dos profesoras víctimas de la homofobia, que Audrey Hepburn y Shirley McLaine protagonizarían en el cine. Consolidó su fama con otro drama, La loba, que también sería adaptado a la gran pantalla y tuvo como protagonista a Bette Davis. Hellman fue acusada de comunismo por el senador Joseph McCarthy, un hecho que la obligó a renunciar a su carrera como guionista en Hollywood al negarse a declarar acerca de sus actividades políticas. Se definía como una persona arisca, de carácter difícil, y dejó buena muestra de su peculiar temperamento en los libros de memorias Una mujer inacabada y Petimento, que Lumen reunió en un único volumen prologado por Ángeles Gonzalez Sinde y titulado Una mujer con atributos, como homenaje a Hellman cuando se cumplen los treinta años de su muerte.