En solo algunos días del verano de 1936, como había pasado antes en el marco de otras revueltas históricas,
se desató una extraordinaria rabia exterminadora contra los lugares, objetos y representantes del culto católico en
España. Miles de religiosos fueron asesinados en unas condiciones muchas veces atroces, a la vez que un inmenso tesoro
artístico y arquitectónico era arrasado con auténtica saña. Las explicaciones que han intentado aproximarse al fenómeno
de aquella furia sacrílega e iconoclasta se han conformado con atribuirle la responsabilidad a la presunta
irracionalidad de turbas desquiciadas, que, fuera de todo control, desplegaban instintos sanguinarios y destructores.
Manuel Delgado (1956, Barcelona) es profesor de Antropología religiosa en la Universitat de Barcelona. Ha trabajado sobre todo en temas de antropología simbólica y del ritual. En 1999 recibió el Premio Anagrama de Ensayo por El animal público. Sobre la violencia religiosa y el anticlericalismo en la España contemporánea ha publicado, además de este La ira sagrada (aparecido originalmente en 1992), Las palabras de otro hombre (1992) y Luces iconoclastas (2001). Su trabajo también incluye obras en el ámbito de la antropología urbana, como Sociedades movedizas (2005), La ciudad mentirosa (2007) o El espacio público como ideología (2011).