Esta es una de las obras fundamentales del gran paleontólogo recientemente fallecido y uno de los alegatos científicos más devastadores de las teorías racistas. En sus páginas, Gould estudia los diversos intentos realizados a lo largo del tiempo para medir la inteligencia humana: primero a través de los cráneos y del tamaño del cerebro, más tarde por medio de los tests para averiguar el «coeficiente intelectual» y, finalmente, recurriendo a análisis sociológicos como los de La curva de Bell, siempre con la intención de afirmar la naturaleza hereditaria de la capacidad intelectual y, por lo tanto, la inutilidad de cualquier esfuerzo cultural y educativo. Gould denuncia con sagacidad la falsedad científica de estos planteamientos que condujeron en el siglo XX a la matanza de millones de seres humanos y que pretenden hoy perpetuar la pobreza y las injusticias sociales explicándolas como una consecuencia inevitable de la inferioridad innata de determinados seres humanos.
STEPHEN JAY GOULD (1941-2002), paleontólogo, enseñó biología, geología e historia de la ciencia en la Universidad de Harvard durante casi treinta años y dejó una magnífica obra escrita, aclamada en todo el mundo y traducida a diversas lenguas, donde combinaba magistralmente su labor de investigación con la divulgación científica. De su numerosa bibliografía cabe destacar: Desde Darwin, Dientes de gallina y dedos de caballo, Érase una vez el zorro y el erizo o La estructura de la teoría de la evolución.