JIMÉNEZ LOSANTOS, FEDERICO
A comienzo de los años 70 miles de jóvenes de toda España llegaban a Barcelona en busca de libertad. Entre ellos se encontraba un joven estudiante de filología que hoy en día es uno de los personajes más conocidos y polémicos del mundo de la comunicación: Federico Jiménez Losantos. La ciudad que fue. Barcelona, años 70 recoge por primera vez, ya que nunca ha hablado de ello en público, su propia memoria y el relato de su vida en una época, finales del franquismo y comienzos de la democracia, que marcó su carácter y forjó su pensamiento. Era la Barcelona de la gauche divine, de la búsqueda de libertad sexual, de explosión de creatividad artística y cultural, en la que el joven Federico, un revolucionario marxista insomne perteneciente al PSUC (Partido Socialista de Cataluña) luchaba por la caída de la dictadura mientras recorría arriba y abajo las Ramblas y vivía peligrosamente. En estos años surge también su oposición al nacionalismo, pues, aunque apenas existía de modo testimonial, como separatistas, antiespañoles y calco de la ETA, chocaban frontalmente con sus ideas de igualdad, fraternidad y emancipación universal y ya nos advierte contra el peligro de balcanización del Estado de las Autonomías. Unas memorias sorprendentes, que atraerán tanto a seguidores como a detractores, en un libro profusamente ilustrado con fotografías y documentos inéditos del archivo personal de Jiménez Losantos.
Federico Jiménez Losantos nació en Orihuela del Tremedal (Teruel) en 1951. Licenciado en Filología Hispánica con una tesis sobre Valle-Inclán, estudió psicoanálisis con Oscar Massota y fue uno de los fundadores de la Biblioteca freudiana de Barcelona. Fundó y dirigió la revista de literatura y pensamiento Diwan (1979-1981). Introdujo la obra del filósofo Jean-François Lyotard con su edición crítica de Discurso, figura (1979). Obtuvo el primer premio de ensayo El Viejo Topo por La cultura española y el nacionalismo, incluido en Lo que queda de España (1979), el libro maldito de la transición, que fue saludado por Francisco Umbral como "el nacimiento de un gran escritor español".