En el panorama de las letras españolas del siglo XX no hay figura más desconcertante, inclasificable y peor comprendida que José Bergamín. Escritor destacado de la promoción de intelectuales identificados con la Segunda República, autor de una obra vasta y variadísima, Bergamín languidece todavía en la zona de lo no recibido, en la inquietante penumbra de la marginación y el olvido. De hecho, no sería exagerado decir que más de veinte años después de su muerte, sigue constituyendo una especie de incógnita por despejar . El propósito de este libro es poner al alcance del lector un conjunto de textos en que se expresa lo más característico y esencial del pensar y sentir de José Bergamín. Constituyen el testimonio más auténtico y permanente de su trayectoria vital e intelectual y a ellos remitimos a cualquier lector deseoso de descifrar el enigma de Bergamín y de descubrir el rostro vivo complejo, contradictorio, apasionado de una de las figuras más fascinantes de la España del siglo XX
José Bergamín (Madrid, 1895-San Sebastián, 1983). Poeta, dramaturgo y prosista de la Generación del 27, es una de las personalidades más sugestivas de lo que ha dado en llamarse la Edad de Plata de la literatura española. Bergamín aporta a la cultura de nuestra lengua su polifacética y multiforme actividad creadora, caso único, quizá, en nuestra literatura, con una vasta creación literaria. Además, hay que añadir la fundación y dirección de revistas, como Cruz y Raya y España Peregrina y su labor al frente de la editorial Séneca. Su obra se enriqueció durante los largos años de exilio; período durante el que escribió diversas obras de teatro y, así mismo, destacó como articulista en periódicos y revistas como Taller, Hoy, El Hijo Pródigo, España Peregrina de México y, sobre todo, El Nacional de Caracas. En 1958, se le permitió regresar a España, aunque, cinco años después, fue de nuevo expulsado, volviendo definitivamente a Madrid en 1970. Aquí escribió y publicó la mayor parte de su obra poética y continuó con sus artículos periodísticos en Sábado Gráfico, sobre todo. Murió en San Sebastián, en 1983, cansado de ser español.