Destruida su fortaleza y desvelada la fórmula de la pólvora en todo el país por obra de los monjes, Claust debe encontrar la forma de recuperar el poder perdido. No tardará en hallar un arma increíble, tan poderosa que la supremacía de quien la posea será absoluta. Lo que Claust desconoce es que el arma es inestable y puede destruir por completo el País de las Nubes Permanentes. Sólo el Mercenario y Nan-Tay pueden evitarlo, si consiguen regresar con vida y a tiempo de su búsqueda de la solución que precisan los monjes para desactivar la amenaza.
Nacido durante la posguerra española, su infancia transcurrió en Barcelona, influida por la afición de su padre a la pintura y los inventos y el trabajo de su tío José Segrelles como ilustrador y acuarelista de prestigio internacional, lo que le inclinó a practicar su pasión innata por el dibujo, afición compartida también por su primo Eustaquio Segrelles. En 1980 comienza la elaboración de El Mercenario, el comic que le ha dado fama mundial y que es su obra maestra. Poco a poco va dedicando más tiempo a esta actividad hasta que a comienzos de los 90 abandona completamente su trabajo como ilustrador de portadas para dedicarse por completo a la historieta.