En este thriller estremecedor, Gabriel Cañizares disecciona todas las facetas del acto humano más infame: la mentira. A Clara Pariñas el roce humano siempre le provocó una infinita desgana. Tal vez por eso el destino decidió jugar con ella de uno y mil modos inimaginables para extraer de ella todo su potencial, pues Clara miraba el mundo con desapasionamiento pero no era ni mucho menos tonta.
En este magnífica historia, que horada los recovecos más turbios del alma humana, el autor nos atrapa en las redes de un laberinto de instinto y ambiciones que circulan entre una casa solariega gallega y los caladeros más infames del tráfico humano de Colombia. Un ir y venir de actos y decisiones entrecruzadas que van determinando el fatal desenlace de cada uno de los participantes en un peligroso juego en el que la verdad es la carta que todos ocultan.
Gabriel Cañizares construye esta fascinante novela con un lenguaje soberbio, un ritmo de precisión quirúrgica y una trama cuyas piezas encajan como las de un reloj suizo.
Este ingeniero, tecnólogo y directivo es por encima de todo un aventurero, un explorador y un contador de historias. Para él la vida es un compromiso ineludible, un misterio por desentrañar. Un desafío que debe acometerse como una gran escalada: con pasión, firmeza y empeñando nuestros más insignes esfuerzos. Su cima está en los rincones del alma, en la exploración y comprensión de los hilos invisibles que mueven el corazón y la razón humana. Esa es la fuente de su inspiración, la cuna de sus hermosos relatos. En sus palabras, «Poder contar lo visto y lo vivido, lo posible y lo imaginable, es un privilegio. A la postre, la vida dicta; yo transcribo». El sabor de las almendras amargas es su segunda novela.
