I. El ayer del derecho patrimonial de los religiosos 1. Consideraciones iniciales: la época anterior a la ley de 29 de julio de 1837 2. La ley de exclaustración 3. Desde la ley de exclaustración hasta el Código de Derecho Canónico de 1917 4. El patrimonio de los religiosos en el Código de Derecho Canónico de 1917 y su interpretación civil 5. El concordato de 1953 6. Consideración final II. El canon 668 y su relevancia civil 1. Consideraciones iniciales: breve aproximación a la normativa estatal 2. El patrimonio del novicio 3. El patrimonio del religioso: obligatoriedad de la renuncia 4. Obligaciones de los clérigos impuestas a los religiosos relacionadas con su patrimonio 5. Consideración final III. La percepción de pensión, subvención o seguro y el trabajo del religioso 1. Consideraciones iniciales: aproximación al canon 668.3 2. La percepción de pensión, subvención o seguro por el religioso 3. La actividad laboral del religioso 4. Consideración final IV. Las deudas del religioso 1. Consideraciones iniciales: aproximación a la responsabilidad por deudas del religioso en el Código de 1917 2. La responsabilidad por deudas del religioso en el actual código del derecho canónico y su relevancia civil 3. Consideración final
Los religiosos, en cuanto miembros a la vez de la Iglesia de un Estado, se encuentran sometidos tanto a las leyes canónicas como a las normas que el ordenamiento jurídico estatal establece para sus nacionales. El estudio que aquí se aborda contiene en su título "El régimen jurídico del patrimonio personal del religioso: consideraciones canónicas y civiles", la razón de ser su propio interés. Apoyado de una doble normativa- la proveniente del Estado y la que procede de la Iglesia-, el análisis del tema conduce a una conveniente llamada a la concurrencia de ambos ordenamientos al servicio de la convivencia plural y del bien común social. La importancia de dicho análisis se acrecienta si tenemos en cuenta una serie de datos que justifican su autoridad: por una parte, desde la perspectiva de un Estado aconfesional como el español, la llamativa discordancia entre las normas de dos ordenamientos que afectan a un mismo sujeto (el religioso) y a una misma materia (su patrimonio); de otros lado, la invariabilidad de las normas canónicas desde 1983 y el constante cambio que sufren determinadas ramas del Derecho estatal relacionadas con este tema; por último, la importancia que se ha de conceder en el ordenamiento civil, en relación con los actos patrimoniales de los profesores, a la autonomía de la voluntad y a la doctrina de los actos propios.
