Florencia, diciembre de 1965. Un hombre es hallado asesinado en su casa: el asesino le ha clavado unas tijeras en la nuca. Se sabe cual era la profesión del muerto, una profesión tan rentable como desagradable: era un usurero y la gente, como queriendo subrayar que no era nacido en la ciudad, le llamaba el recién llegado . De la primera inspección no emerge ningún indicio significativo. La primera pieza del rompecabezas la ofrecerá la autopsia realizada por el forense Diotivede. El comisario Borde¡¡¡, encargado de arrojar luz sobre un delito que suscita en él sentimientos contrapuestos la necesidad de hacer justicia pero también una profunda hostilidad hacia la víctima, se dispone a iniciar una investigación que se presenta, como mínimo, ardua... Mientras tanto el agente Piras ha regresado a su casa, en Cerdeña, para pasar allí una larga convalecencia debida a una grave herida resultado de un tiroteo. Sus jornadas, marcadas por la rutina y el aburrimiento, cambian de forma inesperada el día que se ve mezclado en un caso que se presenta también como un verdadero rompecabezas. En su tercera cita con el comisario Bordelli, Marco Vichi vuelve a ofrecernos un personaje vitalista, con sus costumbres y estados de ánimo y una profunda humanidad, sobre un fondo constituido por un asunto siniestro y a la vez revelador de una determinada realidad italiana.
Marco Vichi nació en Florencia en 1957 y vive en Chianti. Es autor de relatos, obras de teatro y novelas, entre las que destaca la serie protagonizada por el comisario Bordelli, de la que en España se han publicado hasta ahora El comisario Bordelli, Un asunto sucio y El recién llegado. Vichi imparte talleres de escritura en varias ciudades italianas y es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia. Muerte en Florencia fue galardonada con el premio Giorgio Scerbanenco-La Stampa 2009.