MORIN, EDGAR
A diferencia de una antropología que disocia al hombre del animal, se quiere realizar aquí la articulación entre lo biológico y lo antropológico. A diferencia de una antropología que opone Naturaleza y Cultura, se expone aquí que la clave de la cultura está en nuestra naturaleza y que la clave de nuestra naturaleza está en la cultura. A diferencia de una antropología que se limita a las sociedades arcaicas, se busca aquí al hombre a través de sus múltiples nacimientos , desde sus orígenes (hominización) hasta su devenir contemporáneo. A diferencia de una antropología que no ve al homo llamado sapiens más que bajo los rasgos unidimensionales de un técnico razonable sin tener en cuenta que son sus predecesores, y no él, quienes han elaborado las herramientas, el lenguaje y la culturase muestra aquí que este hombre aporta al mundo el mito, la magia, la desmesura y el desorden, y que su más profunda originalidad es la de ser un animal dotado de sinrazón. A diferencia de una antropología que oscila entre la unidad sin diversidad y una diversidad sin unidad, se intenta establecer aquí cómo el principio de unidad contiene el principio de diversidad y de evolución. Más allá del biologismo, concepción estrecha y cerrada de la vida, y del antropologismo, concepción insular y sobrenatural del hombre, se propone aquí una teoría abierta de la naturaleza humana, fundada sobre la idea de autoorganización y sobre una lógica de la complejidad. Esta teoría no solamente se abre hacia la lógica de lo vivo sino también hacia los problemas fundamentales de una política del hombre.
Es director de investigaciones del Centre natiónal dé lá recherche scientifique. Opositor al nazismo y más adelante al estalinismo, actor y testigo de la vida política, sociólogo de lo contemporáneo, pensador de los problemas fundamentales de las ciencias del hombre, se dedica en la actualidad a la búsqueda de un método de conocimiento adecuado para aprehender la complejidad de lo real.