MIGUEL RUIZ MONTAÑEZ
Un espíritu en Haití es mucho más que un espíritu. Es un alma libre, una corriente de energía que escapa de los templos, circula por doquier, anida en los rincones de las casas y se aloja en el interior de las personas. Hay muchas religiones en el mundo, pero ninguna como el vudú, donde el dios, el loa, se monta en el creyente, lo toma, lo maneja, lo mima y si el espíritu quiere, le trae el bien. O el mal?
Hay una parte del cielo que la gente niega, y a veces nos topamos con ella sin quererlo. En mi caso, el cielo de Haití se abrió sobre mí y me arrastró hacia un destino insólito. Este es mi testimonio, y el de las personas que junto a mí lucharon contra una montaña de creencias en el país de los espíritus. Esta historia me vapuleó como una garra sombría, y, por eso, mi intención al relatarla tal vez sea un deseo de autoprotección, un amuleto frente a esos espíritus que me acechan, un burdo deseo de que todo haya terminado?
Miguel Ruiz Montañez nació en Málaga en 1962. Actualmente es profesor visitante en varias universidades americanas y, desde hace más de diez años, es profesor asociado en la Universidad de Santo Domingo, República Dominicana.
Precisamente allí localizó su primera novela, La tumba de Colón (2006), un éxito de ventas traducido a más de doce idiomas que le hizo muy conocido en gran cantidad de países. En esa obra el autor ya mostraba su pasión por ese trozo del mar Caribe, por una isla que conoce a la perfección y que le sirvió para narrar los enigmas del Almirante, aupados por una sociedad, la dominicana, y su capital, Santo Domingo, que enarbola con orgullo la bandera de ciudad primada de América.
Posteriormente publicó El papa mago (Ediciones Martínez Roca, 2008), un thriller basado en los misterios del final del primer milenio, el mítico año mil, traducido con éxito al inglés, italiano, ruso, entre otros idiomas. En ese segundo trabajo rescató al papa Silvestre II, uno de los personajes más relevantes y al mismo tiempo más ignorados por la historia, componiendo una obra vertiginosa capaz de sumergir al lector en los profundos secretos del milenarismo.
Ahora, El país de los espíritus, este nuevo viaje literario a la isla mágica, supone un asombroso retorno del autor hacia el lugar de su primera novela, aunque en este caso nos muestra la realidad de un país sorprendente, Haití, tan desconocido como fascinante.