MOLINA FRANCO, LUCAS
Sigfrido, hijo de Sigmundo y Siglinda, personaje de las antiguas leyendas nórdicas y símbolo místico de la juventud heroica. inspiró a Richard Wagner la tercera parte de su magna obra El Anillo de los Nibelungos, una tetralogía que se convirtió en una de las creaciones más paradigmáticas del espíritu germánico. El mes de julio de 1936 fue muy caluroso. Mientras en Bayreuth, ciudad wagneriana por excelencia, el canciller alemán y jefe del partido nazi, Adolf Hitler, asistía a los Festivales que en honor al insigne compositor se celebraban por esas fechas, en España se estaba produciendo una sublevación militar para derribar al gobierno del Frente Popular. La noche del día 25, Hitler devoto y fiel wagneriano tuvo que disculpar su presencia en las representaciones. Rudolf Hess, su lugarteniente, le había telefoneado para que recibiera a dos súbditos alemanes miembros del partido en Tetuán que acudían como emisarios de Francisco Franco, un joven y hasta entonces desconocido general español que solicitaba ayuda material para la sublevación.