En este diccionario que el lector tiene entre sus manos podrá encontrar la cinematografía española en (por) orden alfabético, de la A a la Z. Y como el espacio no es ilimitado, la obra se canaliza según unas reglas (auto)impuestas (con sus correspondientes excepciones) donde el criterio a seguir para escoger la selección de los realizadores se vertebra en función de la nacionalidad del director y de sus películas (cinco títulos que ya (pre)suponen una obra coherente, la oportunidad de (de)mostrar la valía, la capacidad de adaptación, de evolución (o no) de cada convocado y todos sonoros). En definitiva, no están todos los que son, pero sí son todos los que están, con sus triunfos y sus fracasos, y siempre vistos bajo el prisma de sus autores, con sus opiniones siempre personales y el rigor de la información más estricta.