Aun sin proponérselo, el diario de Jakob Walter es uno de los más contundentes y convincentes alegatos que jamás se hayan escrito contra la guerra. Al valor histórico, que reside sobre todo en la descripción de las condiciones de vida de los soldados reclutados a la fuerza por la Grande Armée y en algunos interesantes y estremecedores detalles sobre aprovisionamiento durante la campaña de Moscú, añade un extraordinario valor humano al mostrar cómo la brutalidad de una guerra actúa sobre los individuos y los transforma, al enfrentarlos a disyuntivas morales irresolubles. No se trata en absoluto de un libro de memorias de estilo brillante o prosa elaborada como puedan serlo los del sargento Bourgogne o del barón de Marbot, pero el carácter de testimonio directo y brutal de acontecimientos atroces lo dotan de una fuerza sin término de comparación posible.