Lo expresado en este documento nos permite descubrir que lo escrito en las encíclicas sociales Laudato si' y Fratelli tutti no es ajeno a nuestro encuentro con el amor de Jesucristo, ya que bebiendo de ese amor nos volvemos capaces de tejer lazos fraternos, de reconocer la dignidad de cada ser humano y de cuidar juntos nuestra casa común. Hoy todo se compra y se paga, y parece que la propia sensación de dignidad depende de cosas que se consiguen con el poder del dinero. Sólo nos urge acumular, consumir y distraernos, presos de un sistema degradante que no nos permite mirar más allá de nuestras necesidades inmediatas y mezquinas. El amor de Cristo está fuera de ese engranaje perverso y solo él puede liberarnos de esa fiebre donde ya no hay lugar para un amor gratuito. Él es capaz de darle corazón a esta tierra y reinventar el amor allí donde pensamos que la capacidad de amar ha muerto definitivamente.
El Santo Padre Francisco (de nombre secular Jorge Mario Bergoglio) nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Tras su paso por el seminario con la Compañía de Jesús, en 1969 fue ordenado sacerdote. Después de ejercer en diversos cargos de responsabilidad dentro de la Iglesia, fue nombrado Arzobispo de Buenos Aires (2005-2011). El 13 de marzo de 2013, fue elegido papa, el primero proveniente del hemisferio sur y el primero originario de América. Desde su elección, su pontificado está marcado por su apuesta por la humildad y la sencillez en sus actos y manifestaciones y por su especial sensibilidad por los pobres, así como por su apertura al diálogo con otros credos y culturas y su disposición a abordar los problemas de nuestro tiempo. Es también destacable su labor en el campo del magisterio, con la publicación de dos cartas encíclicas (Lumen fidei, 2013; Laudato si', 2015) y cuatro exhortaciones apostólicas (Evangelii. gaudium, 2013; Amoris laetitia, 2016; Gaudete et exsultate, 2018; Christus vivit, 2019).