En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía un muchacho de alrededor de once años, alto de estatura, flaco de carnes, de pelo negro y encrespado, y cuya mayor afición y gusto era correr al aire libre, ser amigo de sus amigos y escuchar, por las noches,el ulular de las lechuzas y las historias que su abuelo le contaba. Tenía un único sueño: convertirse en caballero andante, es decir, Ilegar a ser «el más amable, más sabio, más leal, de más noble ánimo y de mejor trato y crianza entre todos los demás».
Periodista y escritor, es estudioso de la obra de Miguel Delibes y uno de sus amigos más cercanos. Ha colaborado con él en la versión teatral de alguna de sus novelas y ha publicado varios trabajos sobre la narrativa delibeana, como Miguel Delibes: un hombre, un paisaje, una pasión, así como sobre sus libros de viajes o la relación de Delibes con el cine. Cuenta con una nutrida obra literaria propia, especialmente en el campo del teatro, la narrativa breve o la literatura infantil y juvenil. Es colaborador del periódico El Norte de Castilla y de varias publicaciones literarias.