Este libro ofrece una multitud de pequeñas historias que cuentan, juntas, una sola historia. Los temas son diversos y van construyendo una trama sólida, capaz de evocar los aspectos más amables del acontecer humano, como los vínculos del hombre con la naturaleza, que se expresa a través de los eclipses, las lluvias, las mareas, los árboles, los animales, presencias vivas que tienen mucho para decir cuando se las sabe escuchar. Pero esa trama evoca también los aspectos más dramáticos, como las guerras (del imperio romano a Irak), la desinformación en un mundo que se dice hipercomunicado, la penosa tradición de quemar bibliotecas enteras, las luchas campesinas por preservar el medio ambiente de la rapacidad de las empresas agroquímicas, las huelgas y reivindicaciones obreras, la vigencia del trabajo infantil. Sus protagonistas aparecen y se desvanecen para seguir viviendo, historia tras historia, en otros personajes que le dan continuidad. Tejidos por los hilos del tiempo, los protagonistas de estos relatos son tiempo que dice. Son bocas del tiempo.
Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Su primer trabajo como periodista fue en el semanario El Sol, donde publicaba sus dibujos y caricaturas; posteriormente fue jefe de redacción del Marcha y director del diario Época. Tras su exilio en Argentina y una larga estancia en España, en 1985 regresó a Uruguay. Ha publicado numerosos libros, entre ellos: < i > Las venas abiertas de América Latina < /i > , la trilogía < i > Memoria del fuego < /i > y, para niños, < i > Aventuras de los jóvenes dioses < /i > y < i > La piedra arde < /i > . Falleció en su ciudad natal en 2015, a los 74 años.