LIÉBANA VELASCO, GINÉS
Don Tampato Mercadante es un rico comerciante caído en desgracia que, como abnegado padre, pretende mantener los caprichos de su casa y, especialmente, de sus hijas. A la espera de un cargamento que le ayude en sus propósitos promete a sus hijas un importante regalo. Sus dos hijas mayores, malcriadas y ajenas a, todo, se extienden en presentes que el padre está seguro de que podrá cumplir. Su hija pequeña y cenicienta, Rita, tan sólo pide una rosa. Tras sufrir un nuevo desencanto con sus últimas mercancías, el padre vive una aventura peregrina y extraordinaria en la que será esa rosa frágil y pasajera la que motive una extraña historia de sacrificios y amor en la guarida de Bestiamante, «una enorme bestia de cuatro patas» que suplica el afecto humano frente a cualquier avatar. Bestiamante conjuga y renueva lo mejor de la tradición literaria del cuento fantástico, acudiendo a accesorios de las temáticas y los lenguajes, tan frecuentes en este género, de lo bizantino, lo caballeresco, lo oriental y lo mágico al mismo tiempo que onírico, y nos hace recordar, con un lenguaje muy especial y propio, las más bellas historias de un narrador cualquiera: la Cenicienta, la Bella y la Bestia o la Alicia de Lewis Carroll.
Ginés Liébana nace en Torredonjimeno (Jaén), en 1921. Su familia se traslada a Córdoba, ciudad donde pasa su infancia. En los años 40 empieza a colaborar con figuras como Pablo García Baena, Juan Bernier o Ricardo Molina en la revista cordobesa fundada por el grupo Cántico. Asimismo, trabaja en Madrid como ilustrador para las revistas La estafeta literaria, Fantasía y el semanario El Español. Tras viajar por Sudamérica y Europa visitando las colecciones y museos más importantes y entrando en contacto con las principales tendencias artísticas de la época, en los años 60 decide fijar su residencia en Madrid donde crea obras realistas con acento surrealista muy influidas por la literatura, especialmente por los poetas de su generación. Junto a su obra pictórica hay que destacar su prolífica creación literaria, especialmente en la dramaturgia y la poesía. Entre todos sus títulos podemos destacar El navegante que se quedó en Toledo (Endymion, 1988), Bye bye lágrimas (Endymion, 1990), Donde nunca se hace tarde (Endymion, 1996), La tienda de las ambigüedades (Ficciones, 2001), La tarde es Paca (Endymion, 2001), Travesía de la humedad (Ánfora Nova, 2003), Bolso de piel de padre (Edisur, 2006), El festín de Maqueronte (Ánfora Nova, 2008), Las dos iglesias y el kamikaze (Endymion, 2010) o Resucita loco (Sibirana, 2011). Ginés Liébana cuenta con importantes distinciones y premios por el conjunto de su obra. En 2005 fue galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes por el Ministerio de Cultura. En el año 2008 se le otorgó el Premio Juan Bernier de Arte, Arqueología e Historia. El 24 de octubre de 2010 fue distinguido como Hijo Adoptivo de Córdoba y el 28 de febrero de 2011 fue galardonado con la Medalla de Andalucía. El 28 de septiembre de 2019 el Ayuntamiento de Villa del Río le otorgó la Medalla de Oro de la ciudad.