VALLVEY ARÉVALO, ÁNGELA
La pregunta es: ¿Porqué los votantes siguen depositando su confianza en políticos corrompidos, deshonestos, malvados, ineptos...? La respuesta más probable es: porque tienen una fe religiosa en ellos. Porque esos electores, más que ciudadanos, son creyentes. Si la ideología sustituyó a la religión en las sociedades modernas a partir de la Revolución Francesa, y si la separación Iglesia-Estado tuvo como consecuencia un impulso de adelanto y bienestar para Occidente, podemos suponer que apartar la ideología del gobierno de los Estados reactivaría el progreso de la humanidad en un momento en que la democracia está desapareciendo. La idea de ateísmo ideológico, que se formula en estas páginas, puede ser una pieza fundamental para combatir la corrupción, el autoritarismo y la miseria económica y moral, que aumentan ahora que la democracia, tal y como un día la concebimos, ya no existe. Se presenta aquí la posibilidad realmente factible de separar de forma definitiva la ideología del gobierno de las ciudades y las naciones por ir en contra de los intereses generales. Estamos ante una propuesta rom
Ángela Vallvey Arévalo es poeta y narradora. Su obra A la caza del último hombre salvaje tuvo un gran eco internacional. Fue finalista del Premio Planeta 2008 por la novela Muerte entre poetas. Con Los estados carenciales, que supuso un éxito de crítica y público, ganó el premio Nadal 2002. En 2010 le otorgaron el premio Julio Camba de Periodismo. Obtuvo el premio Jaén de Poesía 1998 y el Ateneo de Sevilla 2006. Su último poemario editado es La velocidad del mundo (2012). Publicó en 2014 la novela Mientras los demás bailan y es autora de un original libro de autoayuda basado en la capacidad para aprender a leer: El arte de amar la vida.