Osadía pura es, como su autora, esta novela que subtitulamos «folletín soñador y revolucionario» dada la descarga de acontecimientos que, a principios del siglo XX, enfrentará su protagonista, Carmela. Relaciones, convicciones y vínculos vividos con un atrevimiento y con un coraje que hoy necesitamos en todo: en la política, en el amor al mundo o en el cuidado a sus vivientes, sean estos caracoles, gatos, padres o locas, y se llamen Freud o Trotsky. Emma Cohen escribió esta novela en tres partes; las dos primeras fueron publicadas en versiones previas, aquí ampliamente reescritas, y a las que se incorpora una tercera interrumpida por su muerte. Os invitamos a este trepidante discurrir de Carmela Kilcoyne, en su triunfo sobre estrecheces morales, estilísticas o ideológicas.
Emma Cohen (Barcelona, 1946 - Madrid, 2016), musa del underground por su libertad creadora, fue también gallina subversiva (Caponata) y Emmanuela Beltrán Rahola, hija de la alta burguesía catalana que deja carrera y apellidos para internarse en el teatro de los malditos en Barcelona, en el mayo del 68 francés y luego en el movimiento comunal. Esta actriz, escritora, collagista, directora de tv, cine y teatro, trabajó con Antonio Maenza, Glauber Rocha, Jesús Franco, Gonzalo Suárez, Pere Portabella y, cómo no, con su compañero durante décadas: Fernando Fernán Gómez, a quien cuidó hasta su muerte
