En su extensa intrJucción a este libro, Hugh Thomas nos ofrece un excelente sumario de la historia de Madrid en el que sintetiza con maestría su conocimiento largamente acumulado. La historia aquí narrada comienza durante el verano de 1561, cuando el rey Felipe II abandonó Toledo, capital visigoda de España, para establecer la corte en Madrid, cambiando así la costumbre de los reyes de la Reconquista de mantener una corte itinerante. «El imperio español, la empresa política más ambiciosa jamás vista desde la caída de Roma, necesitaba un gobierno estable y bien organizado», lo que a su vez requería una capital estable. A partir de ahí, la introducción describe cuatro siglos de historia de la capital que, con sus etapas de esplendor y de decadencia, explican lo que ha llegado a ser la ciudad. En el resto de la obra, Hugh Thomas nos ofrece una cuidadosa selección de textos, una completa panorámica de la historia de Madrid a partir de los testimonios de viajeros, políticos, escritores y artistas, españoles y extranjeros. El lector encuentra un hilo narrador con muchos caminos posibles, lleno de detalles que iluminan los lugares de la capital que hoy conocemos, poblado de escenas y de hechos cotidianos o extraordinarios: sabemos de autos de fe y de coriadas de toros en la plaza mayor. del estado de ánimo de Alfonso XIII tras el atentado que sufría en la calle Mayor el día de su boda. Baroja nos dice qué canciones escuchaba en las calles. se nos cuenta cómo eran esas calles, cómo eran las casas, los hoteles, los cafés, las tertulias, la vida y costumbres de la ciudad. sabemos de la cárcel de la villa y de algunos huéspedes ilustres como Casavona o Trotsky. Buñuel nos habla de la Residencia de Estudiantes... La amenidad y el interés de los textos escogidos y su cuidada organización permiten leer el libro casi como una novela, desde la primera hasta la última página, pero es también una excelente obra de consulta, o libro de cabecera que puede leerse de forma selectiva.
