ARENAS, REINALDO / REINALDO ARENAS
En diciembre de 1990, Reinaldo Arenas, muy enfermo de SIDA, se suicidaba en Nueva York dejando este estremecedor testimonio personal y político, unas memorias a las que había puesto el punto final apenas unos días antes de acabar con su vida. Arenas reunía las tres condiciones ideales para convertirse en uno de los muchos parias perseguidos por el régimen carcelario de la Cuba castrista: era escritor, homosexual y disidente. La recuperación de este testimonio, ya un clásico, pone en evidencia que, treinta años después de aquel grito desgarrador, aún se silencia y encarcela a intelectuales y opositores, y sigue siendo más oportuna que nunca esta reivindicación de los derechos civiles y personales, ahora que parecen estar en un continuo retroceso. De los bajos fondos de La Habana, donde malviven los excluidos del sistema, a la opresión en el exterior, la vida de Arenas fue, muy a su pesar, una delicada y comprometida peripecia vital e intelectual.
Reinaldo Arenas nació en Holguín
(Cuba), en 1943. Hijo de una familia de campesinos, se adhirió al principio a
la revolución castrista, pero su rebeldía contra todo dogmatismo no tardó en
convertirlo en un «peligro social». Tras unas penosas vicisitudes, que narró en
su memorable autobiografía Antes que anochezca (Andanzas 165 y Fábula
55), traducida a 16 lenguas, llevada al cine por Julian Schnabel y
protagonizada por Javier Bardem, Arenas escapó de Cuba y se instaló en Nueva
York, donde, enfermo de sida, se suicidó en 1990. Tusquets Editores ha
publicado su célebre «pentagonía», integrada por los títulos Celestino antes
del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar,
El color del verano y El asalto (Andanzas 395, 428, 463, 357 y
497), y las novelas El mundo alucinante (Andanzas 314 y Fábula 177) y El
portero (Andanzas 526 y Fábula 260). En el presente volumen, compuesto por
relatos fechados entre 1964 y 1982, la telúrica imaginación del escritor cubano
pone ante el lector un mundo de opresión, de sensualidad desbocada y recelos,
de soledad y traiciones, un mundo donde sólo el arte y la literatura parecen
aportar alguna luz.