FAJARDO, JOSÉ MANUEL
INGREDIENTES: París. Limas muy verdes. Una bailarina de cabaret rumana. Aguacates maduros. Un hombre marcado por el sabor de las ostras. Tequila bien frío. Pan con aceite. Recuerdos de una España que ya no existe y de un México lejano. Algunas lecturas inteligentes del Quijote o de Juan Rulfo. Emigrantes venidos de medio mundo. Sueños viejos y nuevos. Sensualidad. ELABORACIÓN: Mezclar los ingredientes con tiento y buen pulso, disfrutando del momento. Dejarse llevar. Chuparse los dedos (es placentero y erótico). Explorar nuevas sensaciones. Escuchar un bolero, aunque el libro tiene su propia canción. RECOMENDADO: Para quienes, a pesar de todo, aman la vida y no renuncian a buscar la felicidad. Una historia de amor que comienza donde terminan otras. Un marino, metido a cocinero, que se rebela contra la tristeza y la desilusión. Una noche en que se combinan tiempos, viajes y afectos como en un cóctel. La nueva novela de José Manuel Fajardo reclama un espacio para la pasión y el placer frente a la hostilidad del mundo. Pura literatura. Pura vida.
Considerado como uno de los narradores más sólidos de la literatura española reciente, José Manuel Fajardo (Granada, 1957) había ejercido el periodismo y publicado dos libros de corte histórico -La epopeya de los locos (1990) y Las naves del tiempo (1992)- antes de consagrarse por entero a la literatura de ficción. Su primera novela, Carta del fin del mundo (Ediciones B, 1996), considerada como una auténtica revelación, cosechó encendidos elogios dentro y fuera de nuestras fronteras. El converso (Ediciones B, 1998) supondría su consagración definitiva. De 1997 a 2001, residió entre el País Vasco y Gijón. En ese tiempo participó junto con otros autores, entre ellos Luis Sepúlveda, Santiago Gamboa, Bernardo Atxaga, Antonio Sarabia, Rosa Montero o Mempo Giardinelli, en antologías de relatos como Cuentos apátridas (Ediciones B, 1999) y Cuentas del mar (Ediciones, 2001).