VITALE, CARLOS
A caballo entre la tradición latinoamericana y la europea, la estilizada voz poética de Carlos Vitale alcanza la línea de la pura esencialidad. Esencialidad que produce sensación de vértigo, de caída en círculos concéntricos, en los que un yo, desasido, se interroga acerca de lo que no sabe, de lo que no posee, de lo que no es y de donde no está. todo, desde la perspectiva de esas sucesivas máscaras, que habitan en el poeta, y van manifestándose inopinadamente a medida que el lector se adentra en sus páginas. Intensidad conceptual, luminosa revelación de lo que pasa desapercibido, asombrosa capacidad de concentración en universos cerrados de apenas una docena de palabras. Luisa Cotoner Para Vitale, como para S.Prudhomme, la poesía es un dolor. Es el dolor del ser humano desde la desolación, el ansia de conocimiento, el inconformismo por las pequeñas respuestas encontradas ante los ojos abiertos del secreto, lo efímero de la maravilla, el temor a no tener miedo, y un horror a la incomunicación que lleva al poeta a rechazar toda estéril retórica, lo vacuo.
Carlos Vitale nació en 1953 en Buenos Aires (Argentina). Es licenciado en Filología hispánica y Filología italiana. Reside en Barcelona desde 1981. Unidad de lugar (Candaya, 2004) recoge su obra poética completa, formada por: Códigos (1981), Noción de realidad (1987), Confabulaciones (1992) y Autorretratos (2001). La primera versión de Descortesía del suicida (1997) recibió el Premio de Narrativa Breve Villa de Chiva. La edición de Candaya, que incorpora 24 nuevos textos, reúne toda su narrativa hasta la actualidad. Ha traducido al castel a numerosos poetas italianos y catalanes.