ESPINOSA GUERRA, JULIO
Cada casa que se levanta lleva en su interior una demolición No existe nuevo árbol donde no habite el germen de lo efímero Llámese rascacielos o mediagua Llámese hormigón armado o palito Llámese secuoya Casas en ruinas, hogares sin fuego, habitaciones con techos agujereados, suelos donde las canicas ruedan solas, muebles sin cajones, cabañas que son mansiones y mansiones frías, desoladas: Julio Espinosa Guerra ha escrito un libro donde se poetiza todo lo que queda cuando no queda nada. A través de ello, traza una cartografía de la necesidad, pero también de la persistencia, para reconstruir lo que aún sido, sigue siendo, pues solo desde ese lugar, desde el campo quemado, la semilla de la secuoya germina. Utilizando un lenguaje cotidiano, que levanta imágenes desasosegantes para habitar espacios que fueron reales, ahora inexistentes, Secuoya habla de lo efímero, pero, por sobre todo, de aquello que pervive más allá de lo que concluye y del horizonte por delante, que se descubre gracias a lo perdido, como un lenguaje que florece a partir de otro, que ha dejado de decir. Un libro donde el futuro es posible just
nació en Santiago de Chile en 1974. Vive en España desde 2001 y en Zaragoza, donde dirige el Estudio de Escritura, desde 2007. Como poeta ha publicado: NN (2007, Premio Sor Juana Inés de la Cruz), sintaxis asfalto (2010, Premio Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal) y La casa amarilla (Pretextos, 2013, Premio Villa de Cox), además de las antologías La poesía chilena del siglo XX (Visor, 2005) y Palabras sobre palabras: 13 poetas jóvenes de España (Chile, 2010). Como novelista: El día que fue ayer (2006. Finalista Premio Herralde 2005) y La fría piel de agosto (Alfaguara, Chile, 2013).