Preludio en luz menor», de José Mas, une ya desde el título mismo la música y la luz. si bien la luz figura en su versión debilitada, es decir: como a punto de extinguirse o a punto de crearse. O más bien como ambas cosas: puesto que la luz de este poemario brota de la palabra elegida con su cortejo de armónicos, y del concurso de los otros sentidos: tacto, olfato y lo que es más raro el gusto. El concepto musical de preludio alude a una composición que abre el camino a otras composiciones. ¿Será tal vez este libro el inicio de un camino nuevo? ¿O será simplemente un ensayo para comprobar el estado de la voz y de los instrumentos que han de ejecutar la música? «Preludio en luz menor» quiere situarse en el polo opuesto de lo que habitualmente se hace en poesía. esto es: no se canta lo que se pierde (según dijo Antonio Machado), sino que se canta lo que se gana. Y ello no quiere decir que no haya en este libro despedidas e insatisfacciones. evidentemente las hay. Pero lo que importa es la presencia invasora del amor. El amor y, por supuesto, su componente inseparable, el erotismo, inundan los versos de una fuerza vital que debe conectar muy bien con cualquier lector (no importa su formación, edad o sexo) que tenga sensibilidad, trato con la belleza y amor a la vida.
José Mas (1885-1941), hijo de Benito Mas y Prat, quedó huérfano a los siete años, y siendo adolescente realizó dos viajes a Fernando Poo, obteniendo material para escribir Con rumbo a tierras africanas (1914), y más tarde En el país de los bubis (1921) y otras obras. Organizó su vasta producción novelística en varios ciclos: Las novelas de la mujer, de Castilla, alucinantes, exóticas, de Galicia, sevillanas, docentes, y del campo andaluz. Reagrupó sus cuentos y escritos de viajes, y publicó estudios como Blasco Ibáñez y la jauría (1926). Seguidor de Blas Infante, superó el costumbrismo para centrarse en un andalucismo social. Fue amigo de Joaquín Turina y de Andrés Martínez de León. Murió en Madrid en 1941.